Una puerta de vehículo es una pieza mecánica móvil, generalmente sujetada con bisagras, aunque a veces va unida a otros mecanismos, que nos permite el acceso al interior así como la salida del mismo. Pueden abrirse de forma manual, automática o eléctrica.

Habitualmente un coche se compone de 5 puertas , una para el conductor, otra para el copiloto, otras dos para los pasajeros de los asientos traseros y la quinta y última que es la puerta del maletero. En cambio otros vehículos cuentan con 3 puertas, ya que no disponen de entrada o salida para los ocupantes de los asientos traseros En caso de que sí haya asientos, el del copiloto sería plegable de modo que pueda facilitar la entrada y salida desde la puerta del pasajero al lado del conductor.

Esta es una descripción bastante tradicional o convencional de la palabra puerta, pero ¿sabías que existen muchos modelos de puertas más allá de las clásicas y con nombres tan perturbadores como ‘puertas suicidas? Te hablamos de las puertas suicidas, un nombre un tanto oscuro y que a pesar de que vivieron su época dorada después de la Segunda Guerra Mundial actualmente aún se resisten a desaparecer del todo.

A lo largo de la historia del automóvil hemos sido testigos de multitud de novedades, curiosidades, errores o locuras que perdurarán en nuestra memoria por el resto de los tiempos. Una de estas ideas son las puertas suicidas.

¿Qué son las puertas suicidas?

Las puertas suicidas o puertas de suicidio son también conocidas como puertas de apertura a la inversa y se caracterizan porque su apertura se encuentra en la dirección contraria de las puertas convencionales, es decir, las bisagras están en la parte trasera de la puerta.

Las puertas suicidas fueron muy populares a principios del siglo XX y diversas marcas como  Peugeot o el Seat 600 en España las utilizaron antes de la década de los 70.

 

¿Por qué se les denomina puertas de suicidio?

Obviamente las marcas no las llaman así por sus connotaciones negativas. Así que, en sus campañas publicitarias, Mazda o Rolls Royce, entre otros, optaron por redefinir el término por ‘puertas de bisagras traseras’, ‘puertas de estilo autobús’ o ‘puertas de estilo libre’, aunque eso sí, sin mucho éxito.


Existen dos teorías o leyendas que explicarían la denominación de este término, desde la peligrosidad de su sistema hasta la mafia y las peleas por el poder en la era de los gánsteres.

1.Peligrosidad: Debido a que los primeros automóviles con este sistema eran impredecibles se les denomino así. No obstante tiene su lógica. Los primeros tipos de puertas suicidas eran un peligro para las personas que estaban cerca de ellas. El peligro aumentaba a medida que se creaban coches más rápidos para que corrieran por la carretera. A altas velocidades las puertas con bisagras traseras podían abrirse. La persona que se apoyase o se sentase cerca de ella podía salir por la puerta fácilmente. Cabe recordar que el cinturón de seguridad no aparecería hasta varias décadas después, así que lo único que te mantenía anclado al asiento era la fuerza de la gravedad.

2. Mafias: La segunda teoría nos lleva a los tiempos de los gánsteres y sus guerras callejeras. En la década de los 20 o 30 en las películas sobre mafias podíamos encontrar habitualmente coches con este tipo de puertas y sobre todo destacaba la enorme facilidad con que los cadáveres eran arrojados a través de estas.

Origen de las puertas suicidas 

Teorías aparte la historia que se esconde detrás de estas puertas tiene que ver más con los carruajes tirados por caballos. Entonces estos eran más comunes ya que si nos remontamos a la primera mitad del siglo XX, en los comienzos del automóvil, poseer un coche solo estaba reservado para personas adineradas.

Los diseñadores de carruajes se inspiraron en otros modos de transporte y en la arquitectura, en este caso francesa. Por entonces las puertas de estilo francés (dos puertas adyacentes que se abren desde afuera) eran habituales en las mansiones y casas grandes, así que las asociaron a las clases altas y pudientes y los diseñadores se afanaron en construir puertas con un estilo similar.

Este estilo se trasladó a los automóviles que seguía siendo sinónimo de riqueza y estatus. Cabe destacar que toda la línea Rolls Royce es famosa por tener sus autos con puertas suicidas.

Ventajas y desventajas 

Este sistema tan peculiar de puertas invertidas también tiene sus ventajas:

Ventajas 

1. Fácil acceso por parte del conductor o del chofer al cerrojo de las puertas traseras.
2. Permite una entrada y salida del coche más sencillo y elegante.
3. Mejor posición para una persona que instala un asiento infantil en el asiento trasero, aparte de resultar más fáciles y económicas de fabricar que las puertas correderas de los monovolúmenes.
4. Como las bisagras de las puertas suicidas se encuentran  en la parte trasera no es necesario un pilar B, por lo tanto le aporta un aspecto más elegante y exclusivo.

Aunque también tiene sus desventajas sobre todo en cuanto a seguridad se refiere.

Desventajas 

1. Debido al modo tan peculiar de abrirse las puertas, si no se cierran bien del todo o si se circula a gran velocidad se corre el riesgo de salir disparado del coche.
2. Precisamente porque las puertas invertidas carecen de pilar B son más inestables pudiendo afectar sobremanera a la integridad estructural. Esto significa que para compensar esta carencia el fabricante aumentará exponencialmente el precio del vehículo.
3. Aunque resultan más elegantes y atractivas que las convencionales también son más pesadas y están muy lejos cuando se abren por completo.
4. Si la puerta delantera está situada junto a la trasera la entrada y salida pueden ser difíciles si se intentan abrir la puerta delantera y trasera al mismo tiempo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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