El mantenimiento de nuestros vehículos es de vital importancia para la seguridad vial de todos los usuarios de la carretera. Tanto el mantenimiento, como las revisiones preventivas consiguen garantizar la seguridad y evitan posteriores averías.

TIPOS DE MANTENIMIENTO

– Mantenimiento preventivo. Utilizado para prevenir los futuros fallos que puedan surgir. Para ello hay que revisarlo periódicamente y sustituir las piezas necesarias en los tiempos recomendados por el fabricante.

– Mantenimiento correctivo. Busca solucionar los problemas que se están detectando en varios sistemas del coche. Este tipo de mantenimiento se basa en detectar, diagnosticar y reparar el fallo específico.

– Mantenimiento predictivo. Consiste en localizar la pieza o sistema que está a punto de fallar durante la revisión del vehículo, sustituirla o reajustarla y así evitar la posible avería.

AMORTIGUADORES

Es una de las piezas fundamentales para garantizar la seguridad en el vehículo. Los amortiguadores mantienen la estabilidad del coche y facilitan su control a altas velocidades, absorbiendo las irregularidades del terreno y permitiendo así un frenado eficaz. El desgaste de esta pieza no es fácil de apreciar a simple vista. Es conveniente revisarlos cada 20.000 kilómetros aproximadamente.

Los amortiguadores forman parte de los tres componentes esenciales del “triángulo de la seguridad”, junto a los frenos y neumáticos.

FRENOS

El desgaste de los frenos dependerá del modo de conducción y del medio habitual por el que se circule. Si estos están en mal estado provocará que aumente la distancia de frenado en caso de emergencia.

Por ello, es de suma importancia que el sistema de frenos sea revisado por un especialista al menos una vez al año. Además, hay que estar pendiente de los testigos del coche, ya que la mayoría de ellos cuentan con sistemas de aviso de desgaste de frenos.

Para mantener los frenos en buen estado, es recomendable no abusar de ellos para evitar que se calienten.

Por otro lado, hay que controlar también el líquido de frenos.

NEUMÁTICOS

Como ya hemos referido anteriormente, los neumáticos son muy importantes para la seguridad. Por ello se recomienda realizar una vez al mes una simple comprobación visual. Estos suelen estar diseñados para durar unos 50.000 km, si son de buena calidad.

Es de suma importancia vigilar la presión y el desgaste de los neumáticos. También, la antigüedad de las cubiertas, no sólo por seguridad, ya que también nos puede llevar a graves sanciones. Suele indicarse normalmente en la puerta del conductor la presión correcta del neumático establecida por el fabricante.

 FILTROS

Los filtros se utilizan para evitar que pequeñas partículas o impurezas dañen los componentes de nuestro vehículo. No requieren una revisión periódica, sin embargo, es recomendable reemplazarlos una vez al año.

El vehículo se compone de diferentes tipos de filtros, entre ellos:

FILTRO DE ACEITE

Existen partículas metálicas que se van desprendiendo hasta llegar al lubricante. La misión del filtro es retenerlas y evitar que se dañe el motor. Es imprescindible reemplazar este elemento cada vez que se cambia el lubricante.

FILTRO DE AIRE

Es necesario para garantizar que el aire llegue bien al motor sin partículas que lo puedan dañar. Es necesario revisarlo cada vez que se lleva al taller para su mantenimiento. La vida de este elemento varía según los lugares por los que circula el vehículo.

FILTRO DE COMBUSTIBLE

El funcionamiento de este tipo de filtros varía según el combustible de nuestro coche, siendo en ambos casos de vital importancia para garantizar el buen funcionamiento del motor. En los vehículos de gasolina, impide que las impurezas lleguen al motor. Sin embargo, en los vehículos diésel, su función es la de eliminar el agua y así evitar la corrosión de los elementos metálicos del motor.

ESCOBILLAS LIMPIAPARABRISAS

Las escobillas limpiaparabrisas cumplen una función fundamental para la seguridad del conductor. Ya que cuando no barren de forma adecuada, impiden la correcta visión.

Se recomienda cambiar estos elementos tras el verano, ya que las horas de sol y las altas temperaturas influyen en que los limpiaparabrisas dejen de cumplir bien su función.

ACEITE

Es uno de los elementos esenciales en el mantenimiento de nuestro vehículo, ya que se encarga de lubricar el motor y suavizar así su rozamiento. Sin embargo, el aceite tiende a ensuciarse y perder propiedades, por ello es recomendable reemplazarlo cada 15.000 kilómetros. De todos modos, siempre hay que seguir las recomendaciones del fabricante, ya que cada uno recomienda una frecuencia diferente.

ILUMINACIÓN

Siempre se deben revisar las luces del vehículo, ya que es obligatorio mantener el sistema de iluminación y señalización en buenas condiciones. Si se observa que alguna falla, simplemente habrá que cambiar la bombilla. También es conveniente mantener limpia la superficie exterior.

SISTEMAS DE ESCAPE Y CATALIZADORES

Estos sistemas tienen una doble misión en cuanto al cuidado del medio ambiente, ya que se encargan de disminuir  el ruido de los gases al salir del motor y las emisiones contaminantes. Suelen dejar de cubrir su total protección tras los 80.000 kilómetros aproximadamente.

CORREA DE DISTRIBUCIÓN

Este puede ser el mantenimiento más caro. La correa de distribución se debe reemplazar dentro de los plazos que indique el fabricante, ya que según el modelo pueden variar bastante.

Este elemento se encarga de sincronizar los cuatro tiempos del motor, la apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape y, la chispa de la bujía.

Si la correa de distribución se llega a romper, el motor se descompensará y probablemente las válvulas se romperán, lo que ocasionaría una grave y cara avería.

LÍQUIDO DE TRANSMISIÓN

Este líquido va dentro de la caja de cambios, que con el uso y el tiempo se va degradando. Por ello, se recomienda estar atento al cambio de marchas, por si entra algo más duro, ya que podría deberse a la pérdida de propiedades del líquido de transmisión.

La mayoría de los fabricantes recomiendan cambiar este líquido cada 60.000 km o 5 años.

El precio de este tipo de mantenimiento es muy bajo y podría evitar averías graves como la rotura de la caja de cambios.

BATERÍA

Las baterías suelen tener una vida útil de 5 años, aunque algunas duran casi toda la vida. Si se nota que el vehículo tiene problemas de arranque, es posible que sea debido a la batería, y es recomendable cambiarla cuanto antes.

Este sería a grandes rasgos el mantenimiento básico de los vehículos. Cabe recordar que siempre debemos hacer caso a las indicaciones del fabricante, y en todo caso, siempre es mejor acortar los plazos de revisión que excedernos.

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