Para la mayoría de las personas, el hecho de conducir forma parte de su rutina y es una tarea sencilla. Sin embargo, una parte de la población experimenta miedo a conducir, personas a las que dicha tarea, tan simple para otros, les puede llegar a suponer un problema y una sensación de ansiedad.

Este miedo a conducir es denominado “amaxofobia” y lo experimentan, según algunos estudios, 1 de cada 4 conductores en nuestro país, quizás más personas de las que podrías imaginar. Además, es una fobia que pueden llegar a sufrir, incluso, personas que llevan  muchos años conduciendo.

El término amaxofobia, miedo a conducir, proviene del griego “amaxos” que significa carruaje y “phobos” que significa miedo terrible.

SÍNTOMAS DE LA AMAXOFOBIA

Se ha observado que destacan tres grupos diferenciados de personas afectadas por esta fobia. En primer lugar, encontramos a las personas que tras obtener el carnet de conducir, abandonan la conducción durante los primeros 24 meses. En segundo lugar, se puede observar en las personas que han sufrido un accidente o alguna experiencia traumática al volante, también si lo han vivido en alguien cercano. Y, por último, en el tercer grupo encontramos a conductores habituales, con años de experiencia, que de forma repentina comienzan a sentir ansiedad durante la conducción.

Los síntomas de la amaxofobia se pueden clasificar, también, en tres grupos:

Cognitivos: se relacionan con la mentalidad de la persona. En este grupo podemos encontrar la anticipación al posible peligro, problemas de concentración, preocupación, aprensión o inseguridad del conductor.
Fisiológicos: se refieren al organismo del individuo. Aquí podemos encontrar los temblores, tensión muscular, sudoración, mareos, fatiga en exceso, sensación de opresión en el pecho, así como dificultad para respirar o sofocos.
Observables: Son los relacionados con el comportamiento del conductor, además, son visualmente evidentes. Dentro de este grupo encontramos evitar conducir, movimientos desorganizados y nerviosismo.

CUÁL ES EL MIEDO DE UNA PERSONA CON AMAXOFOBIA

Como su propio nombre indica, es una fobia, un miedo irracional e intenso que puede llegar a aparecer no sólo al volante, sino al pensar en conducir. Además, se caracteriza por presentarse en unas circunstancias donde existe un peligro real.

Como podemos ver, puede representar un gran problema para las personas que lo sufren, ya que en muchas ocasiones el hecho de conducir es casi necesario, ya sea para acudir al trabajo o a realizar cualquier otra actividad que requiera el transporte. Por ello, esta fobia limita a las personas que la sufren.

CÓMO SUPERAR LA AMAXOFOBIA

En primer lugar, podemos decir que sí hay solución a esta fobia. Las personas que la sufren consiguen superarla a través de diferentes métodos.

Hay que destacar que lo más importante es acudir a un especialista en psicología. Ya que las personas que sufren esta fobia requieren estas consultas para superar ese miedo y volver a ser capaces de conducir con normalidad. Esto será más fácil si consiguen detectar el desencadenante. El profesional suele abordar tres aspectos fundamentales durante las sesiones. Éstos son el comportamiento, los síntomas y los pensamientos. Como hemos mencionado anteriormente, es importante que el paciente identifique los pensamientos que lo limitan y lo que podría ser el desencadenante de ese miedo.

Además, también se imparten  cursos en autoescuelas especializadas en este tipo de fobias. Dichos cursos están diseñados para ayudar a las personas que sufren amaxofobia, aprendiendo a conducir enfrentando el miedo mientras lo hacen con el apoyo de monitores especializados.

Por otro lado, existen simuladores de realidad virtual para tratar estos miedos. La clave se encuentra en que la personas que sufre amaxofobia, se vaya exponiendo a su miedo de forma progresiva y así ir reduciendo las situaciones que le provocan ansiedad durante la conducción. Están destinadas a mejorar el autocontrol de las personas y a aprender a relajarse.

QUÉ HACER EN CASO DE SUFRIR UN ATAQUE DE MIEDO DURANTE LA CONDUCCIÓN

Ante un ataque de miedo durante la conducción, se recomienda detener el vehículo en una zona segura, donde no obstaculice la circulación del resto de conductores hasta que se recupere la calma o la seguridad para volver a poner el vehículo en marcha.

Es importante que, una vez que se sufre este ataque, la persona haga ejercicios de autoanálisis para descubrir si está teniendo algún problema en su vida o si se encuentra nervioso por algún motivo.

Aunque conducir siempre implica ciertos riesgos, estos son muy reducidos si seguimos las normas de seguridad vial. Por ello, es recomendable superar la amaxofobia cuanto antes, para poder mejorar su calidad de vida y poder utilizar sin miedo los medios de transporte privados que nos facilitan tanto la vida.

Desde Ofertadecochec.com esperamos que estos consejos os hayan sido útiles.

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