La búsqueda de nuevos combustibles para reducir las emisiones de CO2 tiene como resultado el HVO obtenido de reutilizar el aceite usado.

El aceite vegetal hidrotratado (Hydrotreated Vegetable Oil) (HVO) se consigue mediante un proceso de tratamiento del aceite de cocina usado depositado en los puntos limpios y utilizando el hidrógeno como catalizador para conseguir un diésel renovable.

El gasóleo  que resulta de ese proceso (HVO), es un hidrobiodiésel, más respetuoso con el medio ambiente y puede utilizarse en los motores.

Este tipo de gasóleo sintético también emite contaminantes y, por supuesto, CO2, pero lo cierto es que si hacemos la comparativa con el gasóleo de origen fósil, sus emisiones se reducen entre un 70% y un 90%.

Este hecho supone un avance hacia un futuro más limpio y sostenible en el que una vez más, el sector de la automoción, lleva un peso importante.

De hecho, en algunos países bálticos y escandinavos ha comenzado a utilizarse abriéndose mercado en la automoción.

Esto es debido a que el mayor productor de HVO se encuentra en Finlandia y distribuye combustible a 70 estaciones.

Las ventajas de utilizar el HVO como combustible no son pocas:

-El HVO transforma los residuos orgánicos procedentes de los aceites desechados por las cocinas en carburante.

-Utilizando el hidrógeno como catalizador, con este carburante conseguimos reducir las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) frente al diésel.

-Esta fuente de alimentación facilita la puesta en marcha del vehículo.

-Con esta producción reducimos la cantidad de residuos almacenados en espera a ser destruidos mediante la combustión, que también produce gases contaminantes.

Las desventajas también existen pero no son suficientes como para descartar su uso en el futuro:

-Es cierto que el HVO es un carburante costoso ya que el catalizador usado es el hidrógeno y este hecho limita la producción y puede incrementarse en un 20% respecto al precio del gasóleo común.

-La inversión por parte de las petroleras en la inversión de una planta de producción específica es muy elevada.

Por este motivo, la casi totalidad de las operadoras mundiales han optado por mezclar el gasóleo con el HVO.

PRUEBAS POR FABRICANTES

FORD

Ford realizó la prueba en el motor EcoBlue 2.0 de la Ford Transit, concluyendo que no es preciso hacer modificaciones en el combustible para poder ser utilizado en los vehículos.

GRUPO PSA

Citroën, DS, Peugeot  y Opel , pertenecientes a Stellantis, confirman que el HVO puede utilizarse en sus motores.

AUDI

Audi  estudia en firme la posibilidad de que en 2050 sus vehículos diésel utilicen combustibles de origen renovables.

Esta decisión viene derivada del objetivo de lograr en esta fecha una movilidad neutra en carbono.

Aunque para lograrlo, el uso de la electricidad es un punto clave y primordial quiere apostar por la sostenibilidad en sus motores.

Para lograr este objetivo, algunos de los motores diésel de seis cilindros podrán usar HVO.

Los modelos Audi, con motores V6 de hasta 286 CV podrán utilizar HVO siempre que éste cumpla con la normativa europea EN 15940.

El fabricante alemán tiene previsto que motores de otras potencias también puedan utilizarlo, quedando descartados los cuatro cilindros de los Audi A4, A5, A7 y Q5.

Por tanto, los resultados de los testeos han sido muy positivos

Lo cierto es que el HVO es utilizado por Volvo, Mercedes-Benz y Scania en vehículos pesados y en el transporte marítimo.

HVO EN ESPAÑA

El VHO es utilizado en la producción de biodiesel desde 2011 pero siempre añadido al gasóleo de automoción.

Se mezcla el aceite en el crudo obteniendo de esta manera el carburante que tienen en las estaciones de servicio las marcas Repsol, Cepsa y BP, tal y como explican desde la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).

En España no se comercializa el HVO en estado puro, es decir el HVO100.

El grueso de la producción del hidrobiodiésel viene del aceite de colza, de girasol y de soja, quedando en un pequeño porcentaje el que se deriva del aceite de cocina.

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